miércoles, 4 de mayo de 2016

Complejo Turístico: Isla de Valdecañas.

Hoy viajamos por tierras de Cáceres para tratar un tema actualidad. A 150 km de Madrid encontramos el mayor complejo de ocio de Extremadura, La Isla Marina de Valdecañas.  Se localiza en torno a dos  pequeños municipios llamados El Gordo y Berrocalejo, en pleno paraje ecológico protegido, declarado por la Red Natura 2000 Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA). El complejo de Valdecañas  es un modelo a seguir en su construcción, ya que se realizó una "restitución ambiental", plantando más de 2.000 árboles e integrando su arquitectura en el medio. El complejo ocupa 133 has,  alberga 185 viviendas de lujo, hotel, campo de golf, playa de arena,...Todo construido con una enorme sensibilidad ecológica que conllevó la instalación de nuevas poblaciones de aves, como así lo evidencian los últimos censos.


                A pesar de ello, el Tribunal Supremo ha declarado dicha construcción ilegal, esto provoca la disputa entre ecologistas, que luchan por la demolición del complejo; y promotores enfrentados con millones de inversión.  Los ecologistas sostienen la idea de que el complejo no es compatible con la conservación del territorio y su demolición supondría unos 35 millones de euros.  


                El debate está abierto y hay quien duda de que La Isla de Valdecañas sea un espacio para proteger, pues "no reúne las exigencias comunitarias  de rareza, singularidad y excepcionalidad" así lo expone Julian Mora Aliseda presidente de Monfragüe y profesor de Geografía y Ordenación Territorial de la UNEX.  En contraposición Paca Blanco, coordinadora de Ecologistas en Acción en Extremadura, recuerda como la misma Junta pidió a la Unión Europea su protección, aprobado en abril del 2007 como Proyecto de Interés Regional (PIR).




                En cualquier caso, este complejo en la Isla de Valdecañas es lo más innovador que se ha realizado en los últimos 30 años en el mundo rural de Extremadura, generando actividad, empleo y aumento poblacional.  Pero ¿sería lícito permitir la construcción de complejos residenciales en zonas protegidas?¿no estaríamos así favoreciendo la especulación urbanística y sentando precedentes que podrían acabar con todas las zonas protegidas?

Os dejamos esta reflexión, feliz semana.


Alberto del Álamo